Me rescataron a finales del 2020, cuando tenía aproximadamente un año de edad y estaba muy enfermo. Padecía una grave sarna que me impedía cazar y vivir con normalidad. Como le daba pena a la gente y me empezaron a alimentar, les perdí mucho el miedo. Los humanos eran mi fuente de alimento así que me acercaba a ellos cuando tenía hambre. Otra de las formas que encontré para conseguir alimento fácil, era buscar en los contenedores de basura.
Tardé varios meses en recuperarme de la sarna y la desnutrición. Pero el gran problema, fue que no podía volver a mi medio natural porque no temía a la gente y por mi seguridad me quedé en el refugio.