Ramona

Comparte

Uno de mis papis sin saberlo tenía mucha alergia a los conejos. Probaron un montón de medicamentos, más limpieza y un sinfín de cosas para intentar que yo y mi compañera Simona nos quedáramos en casa. Finalmente, tras una crisis muy fuerte de alergia y asma tuvieron que buscarnos un nuevo hogar.

Cuando llegamos al refugio, mi compañera Simona padeció un fallo gastrointestinal que no superó. Tras muchos meses, me hice la dueña y señora de la conejera, pero actualmente me gusta vivir en un segundo plano. No estoy en adopción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información    Más información
Privacidad